Actuaba con concentración para mantener los pensamientos a distancia, para dejarlos pasar sólo de uno en uno, después de haberles preguntado qué llevaban dentro, es que con los pensamientos todo cuidado es poco, algunos se nos presentan con un aire de inocencia hipócrita y luego, pero ya demasiado tarde, manifiestan lo malvados que son.
[Ensayo sobre la lucidez, José Saramago.]
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