sábado, 30 de octubre de 2010

paracaídas

Me perderé un millón de veces antes de encontrarme,
cruzará en mi pecho la palabra tarde si algún día doy conmigo otra vez.

Y buscaré la adolescencia que no tuve por los bares
Llamaré y te colegaré sin contestarte si mi ropa no te deja de querer
Te robaré el mes de Abril justo antes de marcharme
Tendremos que hacer pie en la piscina del desastre
Yo me llevaré la acera de tu calle y en otra habitación me olvidaré las llaves.

garrapatas

¿Cómo transcurre pues la vida? Día tras día, nos esforzamos valerosamente por representar nuestro papel en esta comedia fantasma. Como primates que somos, los esencial de nuestra actividad consiste en mantener y cuidar nuestro territorio de manera que éste nos proteja y halague, en subir o no bajar en la escala jerárquica de la tribu y en fornicar de cuantas formas podamos –aunque no fuere más que en fantasía- tanto por el placer como por la descendencia prometida. Para ello, empleamos una parte nada desdeñable de nuestra energía en intimidar o seducir, pues ambas estrategias bastan para asegurar la conquista territorial, jerárquica y sexual que anima nuestro conatus. Pero nada de todo ello lo percibe nuestra conciencia. Hablamos de amor, del bien y del mal, de filosofía y de civilización, y nos aferramos a esos iconos respetables como la garrapata a su perrazo caliente.

[Muriel Barbery]

nos construimos.

Pero cada mañana, aunque haya habido una sesión nocturna y sólo haya dormido dos horas, se levanta a las seis y se lee su periódico tomándose un café bien cargado. Así se construye papá cada día. Digo “se construye” porque pienso que, cada vez, es una nueva construcción, como si por la noche todo se hubiera reducido a cenizas y tuviera que volver a empezar desde cero. Así vive su vida un hombre, en nuestro universo: tiene que reconstruir sin cesar su identidad de adulto, ese ensamblaje inestable y efímero, tan frágil, que reviste la desesperanza y, a cada uno ante el espejo, cuenta la mentira que necesitamos creer.

[La elegancia del erizo]

Desperté soñando que viajaba desnudo con un maletín...

Arenas movedizas bajo un cielo de betún,
caracolas que agonizan sin decir ni mu.

viernes, 29 de octubre de 2010

-ción.

Por mucho que se diga, por mucho que se perore sobre la evolución, la civilización y un montón más de palabras que terminan en “ción”, el hombre no ha progresado mucho desde sus inicios: sigue pensando que no está aquí por casualidad y que unos dioses en su mayoría benévolos velan por su destino.

[La elegancia del erizo]

ni asteriscos ni notas a parte me van a indicar cómo llegar...

me dejé... los colmillos de vampiro por tu casa,
dando vueltas, y otro lunes que sabe a tormenta y resaca.
Y hoy voy a estrenar un barco pirata con tripulación fantasma...

¿Dónde está mi calma de todos los días?
Por eso, tú pasa, y escóndete que viene la caballería, con sus bombas, sus tanques,
y yo en minifalda no puedo correr ni esconderme detrás de las flores del parque,
ni subirme a la luna de marte,
ni abogados ni jueces de parte le dan la razón a un corazón
que se consume en la nubes de todos los bares.

Y yo con tacones no puedo correr, ni cantar con bozal, ni llorar por la calle,
ni pegarle tres tiros al aire...

martes, 26 de octubre de 2010

a la hora de la verdad

hip hip por los buenos tiempos,
hurra por lo que vendrá.

y tras la cortina el sol.

¿Con quién bebes tequila cuando no te sientes bien?

¿Quién se ríe contigo delante de un café?

¿Quién te arranca la ropa dentro de ese ascensor?

¿Quién es tu nuevo vicio?

¿Quién te ha salvado de mis precipicios?


domingo, 24 de octubre de 2010

Voy que ni toco el suelo y espantao hasta las nubes,
no sé si son tus besos o este tripi que me sube.

Llegar a la cama y... ¡joder, que guarrada! sin tí.



Para algunos vivir es galopar
un camino empedrado de horas,
minutos y segundos.
Yo más humilde soy
y sólo quiero que la ola que surge
del último suspiro de un segundo,
me transporte mecido
hasta el siguiente.

¿hasta cuándo?

los niños del cable

jueves, 21 de octubre de 2010

mariposa de concupiscencia

La gafitas de las pecas con complejo de muñeca desconchada,
frota su cuerpo desnudo contra el lino blanco y mudo de la almohada.
Invisible entre la gente, condenada a ser decente según fama
que del cuello le colgaron los que nunca la invitaron a su cama.

miércoles, 20 de octubre de 2010

DELTOYA



Me cuelgo de su pelo, me engancho de su miel,
me encuentro con mi hada, que esta loca también,
he vuelto a la andadas, he vuelto a enloquecer
lo vi escrito en la luna, luna creciente!

Me da igual, me voy a poner deltoya sin parar...