Los humanos son seres que desean y la desesperación les arrebata su propia esencia, los deseca, los destripa, los arruina, los expulsa de sí mismos por el camino templado y engañoso que conduce al destino de las cosas, al cansancio de los vegetales polvorientos, de los minerales enterrados e inertes.
[El corazón helado, Almudena Grandes]
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